miércoles, 26 de octubre de 2011

Desnutrición infantil en Argentina

6 millones de niños pobres sobreviven todos los días en este país. Seis de cada diez hogares en que viven los chicos, no acceden a la canasta familiar básica. Las secuelas de este horror son irreversibles. Así no hay futuro posible.


La mitad de la población de Argentina es pobre.
Hay cifras que aterran y hay niños sedientos de atención; sin lugar a dudas, la desnutrición infantil está cobrando más espacio en nuestro país, aunque cabe recordar que está instalada hace tiempo y quiere vencer.
Y cuando digo que las cifras aterran es porque me detengo en un simple número: 6.000.000. Esta es la cantidad de niños pobres que sobreviven en éste país. Un país en el que nadie ve ciertos aspectos que abstractamente se desdibujan entre unos cuantos escritorios gubernamentales; un país en el que el coeficiente intelectual del futuro se ve borroso; un país en el que seis de cada diez hogares en que viven chicos, no acceden a la canasta familiar básica.
Argentina pone de manifiesto este horror cuando salen a la luz cientos de fotos tomadas en la provincia de Tucumán y no se puede explicar cómo las políticas económicas pueden ser tan erradas, cómo pueden dejar de lado la seguridad de que cada hogar pueda disponer de alimentos. Las secuelas que deja el hambre son irreversibles: en el cerebro, en la capacidad intelectual, en el sufrimiento...
Se está perdiendo el futuro en este preciso momento, mientras los encargados de manejar el país no logran dar objetivamente con la solución a éste requerimiento, o quizá les urge un pensamiento capitalista y egoísta que les permite vestirse de Armani o Dior.
Es un agravio a la vida, pero muchos no se detienen a pensar esto, porque la desnutrición nace de la pobreza y si la redistribución de la riqueza, de la cual tanto se habla, no se realiza equitativamente, éste drama social seguirá creciendo y el futuro ya no será tal porque se perderán muchos ingenieros, médicos, carpinteros, escritores y maestros. Pero claro, éstas son simples palabras que no saben adónde ir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario